Tras su gran periplo en tierras castellanas, los PJs y los seis hechiceros llegan a Paix, una ciudad situada al sur de Montaigne. El periplo ha servido, entre otras cosas, para descubrir uno de los muchos secretos de Flavia y ver como se desarrollaban los hechos. Verdugo no llevaba ni 24 horas en el cargo y había sido amedrentado e increpado por O´Bannon, que además había enviado a sus agentes a rescatar a sus prisioneros y prender fuego a su prisión, símbolo de su despotismo. En los siguientes días, Esteban X decidió tomar algunas medidas contundentes, como la conversión de la Inquisición castellana en una pontificia y la lógica excomunión de O´Bannon y todo aquel que colabore con él.
Los PJs son conscientes de que las cosas van a ponerse calientes en Montaigne tarde o temprano, dada la resolución del rey Montegue de no intervenir en estos asuntos. Paix pronto se llenaría de inquisidores pontificios que limpiarían todo el Porté y el Mirage que la Revolución no hubiese hecho ejecutar o estuviesen recluidos en la prisión de La Rochelle. Allí se encuentra preso, cumpliendo condena François du Montaigne e Bisset du Verre (PJ de Grau) un hechicero porté pretendiente al trono montaignense con algunos peros escasos apoyos. En un descuido de los guardias, François logrará escapar de allí gracias a una dosis de su preciado loto amarillo y aparecer en su cuartel general.
El portal abierto por François será rastreado por Flint gracias a sus capacidades de glamour y a Nikolai gracias a su olfato -el porté huele a sangre pues el hechicero rasga el tejido del espacio-tiempo, causándole una "herida"-. Los PJs, tras colarse en casa de François, tendrán una conversación con el hechicero: necesitan a un porté y François ve con buenos ojos la causa de O´Bannon. François les propone visitar a un tío suyo, que les podrá llevar a Inishmore.
Sin más dilación, los PJs se ponen en marcha.
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